Decidí ayudar





Sé que una parte de la población mundial comprende que somos independientes de alguien que deba solucionar nuestros problemas para salir adelante, llámese gobierno, religión o todo aquello que en algún momento de la historia tomó poder a costas de las necesidades sociales, a tal punto que hoy en día las personas sienten que dependen de ellos para vivir.

La idea no es enfocarnos en hablar mal de estas instituciones, por un lado debemos aceptar que durante cientos de años han ayudado a millones de personas, la meta es que cada vez seamos más los que aceptemos que nuestra vida solo depende de nosotros y seamos conscientes de algo fundamental pero que nos cuesta trabajar en ello y es que realmente no comprendemos que todos estamos conectados, todos somos uno solo y el bien de nuestras poblaciones no depende de terceros, solo depende de cada uno de nosotros.

Los que entendemos este concepto sabemos que para que la sociedad de un país o del mundo cambie, es necesario conocer si hay personas cerca de nosotros que por alguna razón no se encuentran bien, porque si ellos por algún motivo están siendo afectados, sin lugar a duda eso terminará afectándote y afectando a todos, pero si tomamos la decisión de ayudar a estas personas con lo que se encuentre a nuestro alcance, estaríamos disminuyendo las probabilidades de que nos afecten sus inconvenientes y aumentaremos las posibilidades de beneficiarnos por vivir rodeados de personas que gozan de una vida tranquila y con todo lo necesario para salir adelante.

Esto parece muy simple y es que realmente los es, puede ser agobiante salir ahora mismo con ganas de ayudar y chocar con la realidad de que muchas de las personas que viven a tu alrededor, no están bien. Simplemente tendrás la sensación de que tu aporte será tan diminuto que no servirá de nada y lo siguiente que sentirás será la frustración, pero justo en este punto es donde se encuentra el detalle más importante y es que como hay millones de personas con serios inconvenientes, también hay millones de personas que realmente están bien y si todos los que tenemos posibilidades de ayudar lo hacemos, el trabajo de cada uno sería totalmente posible y de esta manera nuestro pequeño gesto sí tendría un efecto positivo y palpable frente al volumen de vecinos, amigos, familiares o desconocidos que sufren hoy en día inconvenientes reales.

Me gusta ser consciente de esta última frase “inconvenientes reales” porque pareciera que cada uno de nosotros piensa que la situación a resolver que tenemos actualmente en nuestras vidas es lo más grave que está ocurriendo ahora en el planeta, pero la realidad es que en la mayoría de los casos son parte de las vueltas de la vida, sin darnos cuenta de que hay personas que sí están viviendo serios dramas, como una enfermedad, no tener dinero para alimentar a sus hijos o un familiar en drogas.

Debemos saber identificar si tenemos serios inconvenientes hoy en nuestra vida o simplemente son situaciones que forman parte de la aventura de estar vivos, si descubrimos que estamos bien debemos ser agradecidos por eso y recordar que contamos con el poder de ayudar a los que realmente no pueden tener en estos momentos armonía en su día a día por lo que se encuentran enfrentando actualmente.

Recordemos que todos estamos conectados, esto es un círculo y eres parte de él, si hoy estás bien no sabes mañana que pasará y viceversa.


Una vez Mandela dijo, “mientras la pobreza, la injusticia y la evidente desigualdad persistan en nuestro mundo, nadie podrá realmente descansar”.

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